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3. Callejón del Gato, la muerte de Max Estrella y el Corral del Príncipe

3.1. En el popularmente conocido Callejón del Gato, la actual calle de Álvarez Gato, 3 encontraremos los famosos espejos cóncavos y convexos que deforman la realidad reflejada.

      En la escena XII el protagonista Máximo Estrella esboza el significado del esperpento a su compañero Don Latino de Hispalis: el esperpento como género literario no puede ser tragedia porque es demasiado noble para reflejar España, el esperpento es "una deformación grotesca de Europa" porque en España "¡es un delito el talento!", de ahí la necesidad de encontrar un género que encaje con “el sentido trágico de la vida española” que “sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada".

      El término esperpento procede del habla popular y significa feo, ridículo... utilizado en el teatro designa la inversión de las normas clásicas. "El esperpento lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato. Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento… Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas… Mi estética actual es trasformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas".

      En esta terrible escena, Max muere en mitad de la calle, abandonado por Don Latino después de robarle la billetera con el número premiado de la lotería

 

3.2. En el cruce de la Calle Espoz y Mina con la Calle de la Cruz, se encontraría el hoy desaparecido Teatro de la Cruz, un antiguo corral de comedias de Madrid. Numerosos y reconocidos autores estrenaron sus obras en este teatro: Lope de Vega, Tirso de Molina, Calderón de la Barca, Leandro Fernández Moratín y José Zorrilla.

      El teatro, único espectáculo del que el pueblo podía disfrutar en aquellos pasados siglos, era un jolgorio de ruidoso esparcimiento, en el que lo puramente literario tenía poquísimo que ver. Los dos teatros más populares de la ciudad eran el Teatro de la Cruz, cuyos seguidores eran conocidos con el apodo de los Polacos y se adornaban el sombrero con una cinta azul celeste, y el Teatro del Príncipe, cuyos partidarios, los Chorizos, se distinguían por una cinta de color oro. Al igual que sucede hoy en día con los hinchas de los grandes clubs de futbol, ambos bandos defendían a muerte los carteles de su teatro, la superioridad de sus actores y sus autores teatrales, e incluso acudían al teatro rival para reventar la obra de un escritor contrario y patear sus actuaciones cargados de verduras y huevos para usarlos de arma arrojadiza.

 

3.3. El Teatro Español, situado en la plaza de Santa Ana, es el único teatro de Madrid instalado en un antiguo corral de comedias. Primero fue en el legendario Corral de la Pacheca, años más tarde se construyó el Corral del Príncipe. Los corrales de comedias de Madrid fueron el marco teatral donde se desarrolló la dramaturgia española del Siglo de Oro. En sus tablas se representaron obras de autores fundamentales de la literatura española del Barroco, desde Lope de Rueda a Lope de Vega o Calderón de la Barca.

      A finales del siglo XVI había seis corrales abiertos en la capital española, todos dependientes de sus cofradías, instituciones de beneficencia pública que obtenían los fondos de las representaciones teatrales en los corrales para construir hospitales.

      En mitad de su plaza se alza la figura de Federico García Lorca, uno de los escritores más importante e influyente de la primera mitad del siglo XX.

"Esta noche te pido

agua para mis ojos,

sombra para mis gritos."

 

3.4. Visita a la Casa Museo de Lope de Vega en la calle Cervantes, 11. Félix Lope de Vega, el Fénix de los ingenios, fue uno de los más importantes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro español y uno de los más prolíficos autores de la literatura universal.

      La obra y la biografía de Lope de Vega presentan una gran trabazón, y ambas fueron igual de extremas. Fue desterrado de Madrid por unos libelos difamatorios que escribió contra una antigua amante, fue procesado por amancebamiento, se enroló en varias expediciones militares, se casó dos veces aunque paralelamente mantuvo relaciones con numerosas mujeres, incluso después de haberse ordenado sacerdote.

      Como escritor, cultivó todos los géneros literarios. Aunque escribió varias novelas y un gran número de poesías, su labor más notable fue la de renovar las fórmulas del teatro español en el momento preciso en el que se convirtió en un fenómeno de masas. Se le atribuyen más de 1.500 obras de teatro, de las que solo se le aseguran 300, cuyos ejes temáticos giran en torno a dos temas: el amor y el honor. Destacan entre otras Fuenteovejuna, Peribáñez y el comendador de Ocaña, La dama boba.

“Porque, como [las comedias] las paga el vulgo, es justo

hablarle al vulgo en necio para darle gusto"

Lope de Vega, Arte nuevo de hacer comedias

 

3.5. Convento de las Trinitarias Descalzas, donde está enterrado Miguel de Cervantes, en la calle Lope de Vega, 18.

      Cervantes es uno de los grandes escritores de la literatura universal. Cultivó todos los géneros literarios aunque con desigual fo rtuna: es autor de una novela pastoril y otra bizantina, escribió poesía, obras de teatro y fue autor de doce novelas cortas a las que llamó Novelas ejemplares. Pero, sin duda, su fama se debe a una sola obra, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha a la que se considera la primera novela moderna y cuyas innovaciones son tan importantes que convertirán esta obra en punto de referencia del género novelístico a partir del siglo XVII.

      Al Quijote se le considera una novela universal porque ha sabido hablar a hombres de todas las épocas, razas y culturas. Los contemporáneos de Cervantes solo vieron un divertido libro, sin embargo se trata del libro más editado y más traducido después de la Biblia. La formación de Cervantes es plenamente renacentista, pero las circunstancias personales de su vida -participó en varias batallas, fue hecho prisionero, estuvo en la cárcel por deudas y se vio involucrado en un turbio asunto cuando un caballero apareció asesinado a las puertas de su casa- y los acontecimientos en la España de su tiempo lo llevan hacia una actitud crítica y desengañada, que anuncia la conciencia del Barroco. Sin embargo, en Cervantes el escepticismo no deriva en una actitud negativa, sino en una comprensión humorística de la realidad.

      A partir del Romanticismo, don Quijote se convierte en símbolo del hombre que se enfrenta al mundo por mantener sus ideales en su deseo incomprendido de crear una sociedad más hermosa y más justa.

      "Cada cual, Sancho, es hijo de sus obras". Don Quijote de la Mancha, Capítulo XLVII, primera parte.

 

3.6. Casa de Valle-Inclán, en el Ateneo de Madrid, la finca donde residiría Valle- Inclán durante el tiempo que presidió la prestigiosa institución a lo largo del año 1932, sita en la calle Santa Catalina, 10.

      Ramón Valle y Peña nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra) en 1866. La personalidad de Valle Inclán es sumamente compleja. Se matriculó en la facultad de leyes, obligado por su padre, pero pronto se traslada a Madrid donde continúa la actividad literaria iniciada en su Galicia natal. Viajó por Méjico, es allí donde adopta el nombre de Valle Inclán, y por Cuba. De vuelta a Madrid destaca por su rara indumentaria y su vida bohemia de tertulias y dificultades económicas. Siguió viajando con su mujer, la actriz Josefina Blanco, y trabajó de corresponsal de guerra. Murió de cáncer en Santiago en 1936, después de atravesar algunos momentos de penurias económicas.

      La obra literaria de Valle-Inclán sigue una evolución que le lleva de un modernismo elegante y nostálgico de tiempos pasados hasta una literatura de hondo contenido crítico basada en la distorsión de la realidad: el esperpento. Cultivó los tres grandes géneros tradicionales: narrativa, lírica y teatro aunque con frecuencia no se ajusta a lo preceptivo en cada uno de ellos.

      La mayoría de los críticos y estudiosos de nuestro teatro lo consideran, junto con García Lorca, el gran renovador no sólo de la escena española sino del teatro universal del siglo XX. Durante mucho tiempo se pensó que sus obras no eran verdadero teatro, sino novelas dialogadas y que eran irrepresentables, pero las nueva concepciones del espectáculo teatral y las nuevas técnicas de la representación han permitido llevar a la escena muchas de sus obras. Valle nunca se doblegó a los prejuicios estéticos y sociales del público o empresarios.

"Este gran don Ramón, de las barbas de chivo,

cuya sonrisa es la flor de su figura,

parece un viejo dios, altanero y esquivo,

que se animase en la frialdad de su escultura."

Rubén Darío

 

 

3.7. En la plaza de las Cortes, al pie de la estatua del otro manco,  Cervantes, frente al edificio de las Congreso de los Diputados, finalizaremos la ruta.

 

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