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1. La Librerƭa de Zaratustra, La Plaza del Biombo y la casa de Mariano JosƩ de Larra

 

1.1. La ruta comienza en la esquina de la Calle Mayor con el Pretil de los Consejos. Max Estrella acude a la librerĆ­a de Zaratustra para protestar por el poco dinero que ha recibido por el atadijo de libros que don Latino de Hispalis, su ā€œfiel perro y lazarilloā€, le llevĆ³ al librero.

      ā€œRimeros de libros hacen escombro y cubren las paredes. Empapelan los cuatro vidrios de una puerta cuatro cromos espeluznantes de un novelĆ³n por entregas. En la cueva hacen tertulia el gato, el loro, el can y el librero. ZARATUSTRA, abichado y giboso -la cara de tocino rancio y la bufanda de verde serpiente-, promueve, con su caracterizaciĆ³n de fantoche, una aguda y dolorosa disonancia muy emotiva y muy moderna. Encogido en el roto pelote de una silla enana, con los pies entrapados y cepones en la tarima del brasero, guarda la tienda. Un ratĆ³n saca el hocico intrigante por un agujeroā€. Escena II.

 

1.2. En frente, en la calle Mayor, 84 se sitĆŗa la finca desde donde el anarquista catalĆ”n, Mateo Morral (1880-1906), perpetrĆ³ el frustrado atentado contra el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia el dĆ­a de su boda en el que murieron 24 personas.

 

      RamĆ³n del Valle InclĆ”n reivindicĆ³ a Mateo Morral en su poema ā€œRosa de llamasā€ como el impulsor del torbellino de acciones que propiciarĆ­an los futuros cambios sociales. En Luces de bohemia, Mateo Morral aparece la escena VI en la que un anarquista catalĆ”n llamado Mateo dialoga con Max Estrella.

      La figura de Morral influyĆ³ tambiĆ©n en otros escritores como PĆ­o Baroja: ā€œEspaƱa hoy es un cuarto oscuro que huele mal; pero la pobre juventud de los rincones espaƱoles quiere salir del ahogo y, como no puede, de cuando en cuando se entrega a la desesperaciĆ³n. AhĆ­ estĆ” Mateo Morral: rabioso, enfermo, furioso, pero joven, el Ćŗnico joven que ha habido en EspaƱa desde hace tiempo.ā€

      En 1931, con el advenimiento de la II RepĆŗblica, Alfonso XIII es declarado culpable de alta traiciĆ³n y algunas calles que llevaban su nombre pasaron a tener el de Mateo Morral.

 

1.3 Continuaremos hasta la Plaza del Biombo, una pequeƱa plaza interior donde se encontraba a principios del siglo XX la casa editorial Viuda de RodrĆ­guez, creadora del tradicional Calendario Zaragozano, un clĆ”sico de la Ć©poca que ha perdurado hasta nuestros dĆ­as.

      El Calendario Zaragozano es una publicaciĆ³n anual espaƱola que incluye una predicciĆ³n meteorolĆ³gica no cientĆ­fica del tiempo para un aƱo, se hizo muy popular, sobre todo entre los campesinos. El nombre del almanaque es un homenaje al astrĆ³nomo espaƱol Victoriano Zaragozano

 

1.4. En el nĆŗmero 3 de la calle Santa Clara se encontraba la casa de Mariano JosĆ© de Larra, donde se suicidĆ³ al enterarse que su amante, Dolores Armijo, lo dejĆ³ definitivamente despuĆ©s de que su esposa tambiĆ©n lo hubiese abanonado.

      Larra fue un importante escritor, periodista y polĆ­tico del Romanticismo espaƱol y un Ć­dolo indiscutible de los escritores de la bohemia madrileƱa. En 1908 deciden homenajearlo y poner una placa recordatoria en esa direcciĆ³n.

      ā€œEl corazĆ³n del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creerā€. Mariano JosĆ© de Larra.

 

1.5. Volvemos hacia la calle Mayor para visitar en el nĆŗmero 61 la casa donde habitĆ³ Pedro CalderĆ³n de la Barca, escritor barroco del siglo de Oro.

ĀæQuĆ© es la vida? Un frenesĆ­.

ĀæQuĆ© es la vida? Una ilusiĆ³n,

una sombra, una ficciĆ³n,

y el mayor bien es pequeƱo:

que toda la vida es sueƱo,

y los sueƱos, sueƱos son.

MonĆ³logo de Segismundo en La vida es sueƱo

 

1.6. En la calle Mayor, 46-48 se encontraba situada la finca de la casa natal de FĆ©lix Lope de Vega Carpio, el FĆ©nix de los ingenios.

ā€œCreer que un cielo en un infierno cabe,

dar la vida y el alma a un desengaƱo;

esto es amor, quien lo probĆ³ lo sabeā€.

 

 

1.7. Nos acercaremos hasta la plaza Mayor desde donde podremos contemplar la estatua de Felipe III llamado ā€œel Piadosoā€. Aficionado al teatro, a la pintura y a la caza, delegĆ³ los asuntos de gobierno en manos de sus validos. Bajo su reinado, EspaƱa alcanzĆ³ su mĆ”xima expansiĆ³n territorial. La Pax hispĆ”nica que caracterizĆ³ a esa Ć©poca, se debiĆ³ a la enorme expansiĆ³n del Imperio y a los aƱos de paz que se dieron en la Europa de comienzos del siglo XVII, que permitieron que EspaƱa ejerciera su hegemonĆ­a sin guerras.

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